Méritos le sobran, así que la Academia Sueca considera que Ishiguro es una especie de mezcla de Jane Austen, comedia de costumbres y Franz Kafka, y ensalza su elección porque en novelas de una gran fuerza emocional, «ha descubierto el abismo que hay debajo de nuestra ilusoria sensación de conexión con el mundo».
En 1989 le otorgaron el Premio Broker, unos de los galardones más prestigiosos de la literatura en habla inglesa, por Los restos del día, su novela más conocida y popular, consagrada al cine por la película de James Ivory, que protagonizan Anthony Hopkins, Emma Thompson, James Fox, Christopher Reeve, Peter Vaughan o Hugh Grant…
Como se acerca Navidad y todos buscaremos un regalo seguro, ya os lo cuento: sus obras esenciales las encontraremos en Anagrama, como es el caso de El gigante enterrado (la última novela que nos ha llegado), Nunca me abandones o Los restos del día. Sus otros tres títulos destacables: Los inconsolables, Cuando fuimos huérfanos, El gigante enterrado y Nocturnos…
En las novelas de Ishiguro nos encontraremos temas universales, complejas historias y sutiles personajes, que te llevarán a mundos pasados, al Japón de la posguerra, a la Europa de antes de la Segunda Guerra Mundial, y hasta la Edad Media con sus dragones de fuego. Mundos reales, pero también imaginarios, fantásticos…
Historias de un Nobel
Británico de pura cepa, por lo que a escribir se refiere, únicamente en sus dos primeras obras aparece reflejado su esencia y su origen japonés. Concretamente ambientó Pálida luz en las colinas y Un artista del mundo flotante en el país que lo vio nacer… Después, ya se ha dejado llevar por la atmósfera y los paisajes británicos, aunque siempre que se le ha preguntado ha dicho que podía haber ambientado las historias que aparecen en sus libros en cualquier otra aparte del mundo. A eso lo llamo yo ser cosmopolita.