Una semana en casa y no se ponen de acuerdo… Un virus estomacal, gripe, neumonía atípica…. Un auténtico incordio lleno de aburrimiento que me ha permitido repescar una de esas grandes series de televisión que se me había escapado: Deadwood, creada, producida y escrita por David Milch (Canción triste de Hill Street y Policías de Nueva York, entre otras). Que conste que es algo incomprensible… ¿Cómo se me pudo escapar en su momento?, a mí, que nada más entrar en casa sigo colgándome las espuelas y las pistolas a juego con la más brillante estrella de sheriff que puedas imaginar.
Y en esto me maldigo otra vez, por haber mirado de reojo una maravillosa serie tocada con varios premios (cuento ocho Emmys, y se me habrá escapado alguno), la admiración de la crítica y un gran respaldo en forma de audiencia televisiva que no la salvó de un súbito y prematuro final. Al menos, leo que HBO prepara la peli. Pero a saber…
Salvaje y sucio oeste
Barro y suciedad, sexo, drogas, violencia, intrigas de poder, mugrientos buscadores de oro, tramposos, putas, capitalismo salvaje en una ciudad sin ley en plena fiebre del oro, pistoleros honestos que caminan como nadie sobre el alambre del bien y del mal, jugadores, póker y dados, tramperos, políticos corruptos, lujuriosas chicas de salón, puritanas y predicadores sin parroquia… una fauna de personajes que lucha por algo más que por sobrevivir en unos tiempos esenciales para el nacimiento de los Estados Unidos de América… O sea, pistoleros, forajidos y comerciantes con mucho ojo, altas (o bajas) pasiones, tiros, dinero y orgullo patriótico del hombre blanco en un mundo mestizo.
Y todo bautizado con botellas y chupitos de whisky… Deadwood es una verdadera joya que mezcla personajes reales y míticos como Wild Bill Hickok o Calamity Jane con historias de ficción de guiones impecables y un derroche técnico que catapulta a la serie a los altares del género del western, del moderno y del todos los tiempos. Por no hablar del nivel de interpretación de unos actores que seguirán rezando a su particular Dios para que vuelva a caerles en sus manos una joya como ésta.
El salvaje oeste lleno de intrigas y personajes reales, historias de una verdadera ciudad sin ley, en cuyos capítulos he visto pasar instantes e imágenes que me llevan a las mejores películas de oeste de mi infancia.
Y como ya me encuentro mucho mejor, y como siempre que la fiebre me asalta echo la vista atrás, pienso en aquella feliz infancia disfrutando de un género que siempre me cautivó, el western. Y como el niño que siempre fui, me he atrevido a realizar uno de esos listados tan molones como imprescindibles y bobos: mis diez western favoritos (que conste que se trata de una elección absolutamente personal y subjetiva, y como tal, tan discutible como indiscutible…).
1.- Río Bravo (1959 -Howard Hawks), con John Wayne, Dean Martin, Ricky Nelson, Angie Dickinson, Walter Brennan, Ward Bond. Espectacular, una de las mejores películas del cine, más allá de la etiqueta western.
2.- El hombre que mató a Liberty Valance (1962-John Ford), con John Wayne, James Stewart, Lee Marvin, Vera Miles, Woody Strode. Ford, claro, y Wayne y James Stewart. El despertar del western moderno.
3.- Grupo salvaje (1969-Sam Peckinpah), con William Holden, Ernest Borgnine, Robert Ryan, Edmond O’Brien, Warren Oates, Jaime Sánchez, Ben Johnson, Emilio Fernández, Strother Martin, L.Q. Jones, Bo Hopkins, Alfonso Arau. Violencia violencia y más violencia… Y un reparto para enmarcar (mis respetos mr. Borgnine).
4.-Sin Perdón (1992 – Clint Eastwood), con Gene Hackman, Clint Eastwood, Morgan Freeman, Richard Harris, Jaimz Woolvett, Saul Rubinek, Frances Fisher, Anna Thomson, Anthony James. El bueno de Clint, impecable y brillante justiciero, que firmó una obra maestra.
5.- Raíces profundas (1953-George Stevens), con Alan Ladd, Jean Arthur, Van Heflin, Brandon De Wilde, Jack Palance, Ben Johnson, Edgar Buchanan, Elisha Cook Jr., John Dierkes, Emile Meyer. Una de las favoritas de mi padre. La pelea entre Alan Ladd y Van Heflin es memorable.
6.- Un hombre llamado caballo (1970- Elliot Silverstein), con Richard Harris, Judith Anderson, Jean Gascon, Manu Tupou, Corinna Tsopei, Dub Taylor, Iron Eyes Cody, Eddie Littlesky, Michael Baseleon. ¿Alguien puede olvidar a Richard Harris colgado de los pezones? Ya se sabe, los turbulentos años setenta.
7.- Sólo ante el peligro (1952- Fred Zinnemann), con Gary Cooper, Grace Kelly, Thomas Mitchell, Lloyd Bridges, Katy Jurado, Lee Van Cleef, Otto Kruger, Lon Chaney Jr., Henry Morgan, Ian MacDonald. Más allá del clásico, una de las mejores pelis de suspense que podrás ver.
8.- Centauros del Desierto (1956- John Ford), con John Wayne, Jeffrey Hunter, Ward Bond, Natalie Wood, Vera Miles, Harry Carey Jr. La desesperada cruzada del jinete solitario, épica y humana, más allá de la terrible violencia.
9.- El jinete pálido (1985-Clint Eastwood), con Clint Eastwood, Sydney Penny, Michael Moriarty, Elisha Cook, Chris Penn, Carrie Snodgress, Richard Dysart, John Russell, Richard Kiel, Billy Drago. Pues sí, realmente había humanidad detrás de aquel brutal Predicador.
10.- El topo (1970- Alejandro Jodorowsky), con Alejandro Jodorowsky, Brontis Jodorowsky, José Legarreta. Maravilloso e impactante relato surrealista.