Maleso: «A los miopes se nos permite vivir y cantar canciones desenfocadas»

Autor: Quico Pérez-Ventana || Fecha:   Conversaciones, Destacadas, Magazine, Sonidos

Dichosos sean los músicos desenfocados, distorsionados, pixelados, porque de coplas diseñadas al milímetro con el ratón del mac ya estamos una mijita empachados, mire usted. El jerezano Martín León traveseó por dos de los mejores grupos del pop sevillano: Tiernos Mancebos y Las Balas. En solitario se hace llamar Maleso y ya tiene nueve colecciones de canciones. La última, de título 'Bendita miopía', se presenta el 20 de mayo en La Sala.

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Dice que se puede considerar un cantautor en la medida en que Lou Reed, Jacques Brel y Georgie Dann los son. Y que al revés que Dorian Gray, el que está bien es su retrato. Desde 2009, Maleso va a disco por año. Un compositor ciertamente fértil y hacendoso. No es lo que se dice un artista de masas, pero en su macuto hay coqueteos con el éxito. Su disco con Tiernos Mancebos (1987) –estética beatle, cultura mod, estribillos pegajosos– fue el primero de la movida hispalense en llevar la firma de una multinacional en la contra. Algunas de aquellas coplas ya clásicas tenían su firma –El esclavo, Sevilla indómita, A quién vas a quejarte…– y sonaron en las televisiones nacionales y hasta en Venezuela. También militó en Las Balas –tremendos, maravillosos–, Soul Mama y Surpop, entre otros. Hasta que cambió el bajo eléctrico por la guitarra acústica y se echó al monte bajo el ropaje de cantautor fino, irónico, siempre fuera del tiesto. Como su adorado Javier Krahe. Precisamente el productor de aquel, Javier López de Guereña, dirige en los controles la Bendita miopía de Maleso.     

 

– Después de nueve discos, ya te vamos cogiendo el punto. Las radiofórmulas, probablemente no. 
 Ni me lo cogerán ya a estas alturas de la película, aunque yo considero que lo que hago es comercial y vendible. Por lo que llevo visto, cuando la gente se detiene un segundo y escucha mis canciones, se arriesga a que les gusten. El problema, como comentaba con un músico amigo mío no hace mucho, es conseguir que esa gente entre en el sitio donde yo esté tocando y desconecte todos los aparatos que lleva encima.

– Un cantautor suigéneris, excepcional, inclasificable, estrafalario, extravagante. ¿Es correcto lo primero, me refiero a lo de cantautor? ¿Y algún calificativo de lo segundo? 
 Desde el momento en que compongo lo que canto, me puedes llamar cantautor, como a Lou Reed, Jacques Brel o a Georgie Dann. Respecto a lo demás, Sui Generis era un dúo argentino en el que estaba Charly García. Su canción Cuando comenzamos a nacer fue una de las primeras que oí en los boy scouts –guitarra, hoguera, silencio… marco imbatible– y me interesó por la música. Lo de excepcional en su acepción de elemento diferente en un conjunto de cosas iguales lo estoy trabajando, pero aún no creo que tenga el título. Inclasificable creo que soy. Después de tanto bandazo, la gente no sabe en qué carpeta meter mis discos. De estrafalario nada, que visto muy formalito. Como extravagante, en su acepción de persona más vaga aún que el común de sus congéneres, no me veo. Trabajo mucho, compongo mucho y doy mucho por culo.

– Quizá usábamos esos palabros para dirigirnos a Javier Krahe, que precisamente figura entre tus santos de devocionario, ¿verdad? 
 Lo admiro mucho, sí. Él sí que es excepcional dentro de la música española. De sus letras se ha hablado y escrito mucho, pero sus músicas también son asombrosas. Sus soluciones armónicas y rítmicas son originales, muy musicales y hacen sus canciones muy agradables de escuchar. Ahora que tengo la suerte de trabajar con Javier López de Guereña, a veces le pregunto: “¿Oye, tal cambio de acorde, tal coro o tal variación no se le ocurrió a Krahe, ¿verdad?”. Pensando que se lo habrían sugerido alguno de los grandes músicos con los que trabajaba. Siempre me responde que fue cosa del propio Krahe.

Portada de 'Bendita miopía', noveno álbum del cantautor jerezano Maleso.

Portada de ‘Bendita miopía’, noveno álbum del cantautor jerezano Maleso.

– Tu último disco como Maleso, que hace nueve, nada menos, se titula Bendita miopía. ¿La miopía es lo mismo que la coña marinera? 
 Creo que no. La miopía era una herramienta de la selección natural para dejar fuera a los enclenques como yo en el momento que no pudiéramos distinguir una calabaza de un tigre de dientes de sable. La humanidad ha retrocedido desde el Paleolítico para acá y, hoy en día, a los miopes se nos permite vivir y cantar canciones desenfocadas como las mías.

– Y a la hora de componer, ¿si cierras los ojos qué divisas con claridad? La pregunta está inspirada en una de tus letras recientes. 
 Compongo con los ojos cerrados, sí. En la oscuridad que me autorreceto al cerrarlos, veo un pequeño punto de luz que puede ser una frase con gancho, un juego de palabras o una rima absurda. Según trabajo en la canción, esa luz crece y acaba iluminando una escena que puede ser tierna, insólita o dolorosa. De todos modos siempre quedan sombras que se irán desvelando más adelante, cuando la gente oiga la canción y me comente aspectos en los que yo ni había reparado. Esto lo digo así de corrido y casi me lo creo y todo.

Vivo feliz en mi pellejo por la virtud de lo virtual, dice tu canción. Explícate, buen hombre. 
 Pues me he creado una personalidad virtual cojonuda. En mis redes sociales solo hablo de mi música, así que los muchos que no me conocen en persona piensan que soy como yo mismo me vendo. Eso es apropiado y también agotador. Como también dice la canción –si se me permite la extrema vanidad de autocitarme–, ‘al revés que Dorian Gray, el que está bien es mi retrato’. Aparte de esto, vivo feliz en mi pellejo por la cuenta que me trae, ya que no tengo plan de mudarme.

– El 20 de mayo te presentas en La Sala, Plaza del Pumarejo. Recomienda esa velada a los rastreadores musiqueros más culoinquietos. 
 Lo recomiendo a quien quiera oír canciones y prestar atención a lo que ocurre en ellas. Tengo comprobado que lo mismo le sirven a expertos zahorís de rarezas musicales que a personas sin un interés definido por la música. Será una ocasión bastante especial, tocaré con grupo completo y habrá algún invitado para añadir color a la cosa. El lugar es muy agradable para cantar y para escuchar, el repertorio está fresco y seguro que no habéis asistido a un concierto así en mucho tiempo.

«¿Recuerdos de Las Balas? Nos reímos mucho. Fue un placer compartir carretera, alegrías y tristezas con tan buenos músicos»

– ¿Cómo se te ocurrió hacerle una canción a Leo Messi? ¿No eres consciente de que si vives en Sevilla y hablas de fútbol, todo lo que no sea Sevilla FC o Real Betis nos importa un carajo? 
 Recíprocamente a mí el fútbol me importa un carajo de esos, incluyendo a los equipos patrones de Sevilla. La canción habla del colega protagonista de la anécdota, que es el verdadero artista, sin rozar un balón. Messi hace de secundario de lujo, como lo hacía Amadís de Gaula en El Quijote, por citar una obra literaria equiparable a Brindo por Messi.

– ¿De qué te sientes más orgulloso tras tantos años de músicas osadas desde el sur del sur? 
 Orgulloso de seguir aquí. Orgulloso de formar parte de los recuerdos de una generación de sevillanos, normalmente en el cajón de los buenos. Orgulloso de Las Balas, de sus dos discos, de sus directos. Orgulloso de los discos de Maleso, del último muy especialmente.

– Hablemos de tu bagaje musical. En especial, de tu paso por dos superbandas sevillanas: Tiernos Mancebos y Las Balas. ¿Qué pasó, buen señor? 
 Básicamente nos juntamos cuatro que nos caíamos bien y nos pusimos a hacer música. Tuvimos suerte, talento, las dos cosas o ninguna de ellas, y grabamos unos cuantos discos. Algunas canciones aún se dejan oír después de tanto tiempo, otras eran muy de la época. Nos reímos mucho, sobre todo en Las Balas, y fue un placer compartir carretera, alegrías y tristezas con tan buenos músicos.

– En serio, lo de Tiernos Mancebos fue muy grande. Primer grupo sevillano en fichar por una multinacional, temazos rompedores, gira americana… ¿No podía haber dado más de sí aquel filón? 
 Si bien el grupo estaba bien y podría haber tenido una trayectoria más larga, una evolución y más discos, el mismo hecho de haber fichado con una multinacional en la coyuntura tan complicada del 87-88 nos condenó al olvido en el momento en que no pegamos el obligatorio pelotazo. Nosotros estábamos muy verdes en cuanto a controlar lo que pasaba a nuestro alrededor y pagamos esa novatada.

«Sevilla no es una ciudad fácil para el que se sale del tiesto. Es una pena, porque el talento que nace de aquí es muy singular y digno de mejor suerte»

– ¿En qué te inspiraste para escribir la letra de Sevilla indómita? Aquello de ‘los niños bien, la tita sigue enferma, Olga manda recuerdos para ti’ como descripción de una ciudad era demoledor. 
 En esa canción, que debí escribir en el 85 u 86 sin ninguna pretensión, había ya algunas frases muy de Maleso. Siempre cito a Kiko Veneno como el que me abrió la mente para intercalar retazos de realidad utracercana como contraste en canciones oníricas-poéticas-etcetéricas. Seguramente estaba pensando en la bata de guata barata cuando lo escribí.

– ¿Sevilla ya ha sido domada? 
 No te sé decir. No me muevo entre gente de la edad que tenía yo cuando escribí eso. Los que teníamos 17-20 años cuando la movida sevillana pensábamos que éramos lo más trasgresor, original y novísimo de la historia. Nuestra generación fue oportunamente domesticada, con honrosas excepciones. No sé si los jóvenes de hoy tienen la misma sensación de estar cambiándolo todo. En cualquier caso, Sevilla no es una ciudad fácil para el que se sale del tiesto. Y es una pena, porque el talento que nace de aquí es muy singular y digno de mejor suerte.

– ¿Por qué una canción como Pon tus dedos en mi espalda de Las Balas no está en los recopilatorios esos de lo mejor del pop español? Joder, no digo que le quitara el sitio al Cuatro rosas de Gabinete, pero es que siempre aparecen Ramoncín, Aviador Dro y Parálisis Permanente, ejem. La verdad es que tampoco eligen nunca El mejor cocktail de Brighton 64. 
 Qué buena El mejor cocktail, qué cosa más sencilla y más directa. Pon tus dedos… es un pedazo de canción de Miguel Ángel De Dios y es mejor que muchas de las que aparecen en esos recopilatorios. Imagino que el equipo de musicólogos que diseñó esos recopilatorios tendría un mal día.

– ¿Por qué Maleso no graba un estribillo como aquel ‘soy esclavo de tus besos, soy esclavo de tu piel’? Algo que escuchas y te llevas luego una semana tarareando, me refiero. 
 Pues la acusación que me hacen con más frecuencia es que mis melodías –las de Maleso– se te meten en el cerebro y no te las puedes sacar en semanas. Es evidente que ya no hay una búsqueda del estribillo tan descarada como en El esclavo, pero no puedo evitar trabajar como músico pop y buscar melodías con gancho. Normalmente en las canciones de Maleso solo hay un par de estribillos, tres en alguna. En El esclavo, en cambio, hay cuatro estribillos más la intro, que tiene la misma armonía. A lo mejor solo es cuestión de insistir para obtener los mismos resultados.

CONCIERTO EN LA SALA. Maleso presenta su álbum ‘Bendita miopía’ el domingo 20 de mayo de 2018 a las 19,30 h en La Sala (Plaza del Pumarejo, Sevilla). Le acompaña La Banda Comansi (José Soldán a la guitarra, José Manuel Rodríguez al bajo y Marcos Gamero a la percusión). Artista invitada: Priscila Gago (Naked Nana, Lemon Shaker)

– ¿Echarse a un lado del pop es un acto natural con los años? Pues Loquillo sigue cantando Pégate a mí, mira tú. 
 Lo que es natural con los años, si eres un músico, es evolucionar e ir cambiando tu música. Hay quien se mantiene cerca del pop –como José Casas– y sigue avanzando, otros tiramos por otros derroteros. De vez en cuando se puede hacer alguna concesión a la nostalgia o la cartera y tirar del repertorio antiguo. Por desgracia no tengo un repertorio de éxitos como para convertirme en un Paul McCartney cantando por ahí copias exactas de sus propias canciones. Esto mismo me obliga a nadar hacia adelante, como los tiburones, para no asfixiarme. De todas maneras, si yo hubiera escrito una canción tan buena como Pégate a mí, igual la estaba cantando todavía.

– ¿Sería implanteable una maniobra de resurrección, como han hecho recientemente los míticos 091? 
 Nada es implanteable. Yo me apunté al grupo de Facebook donde se pedía que volviera 091. Luego me arrepentí cuando dijeron que volvían. Yo en realidad no quería que volvieran, sino que hubiera mucha gente queriendo que volvieran. A ellos les ha ido de puta madre y me alegro un montón, porque es un grupo al que adoro. Pero no creo que haya una demanda así para Tiernos Mancebos.

 

Maleso, desenfocado. Ese es el punto de su propuesta musical: el desenfoque.

Maleso, desenfocado. Ese es el punto de su propuesta musical: el desenfoque.

Autor: Quico Pérez-Ventana

Quico Pérez-Ventana tiene 15 artículos escritos.

Periodista andaluz de intereses etéreos y estrofas cabales. Docente de redacción digital y netiqueta.