Una apuesta por todo lo alto por el cine de más allá del Atlántico, que ya se apuntaba en ediciones anteriores con la sección Territorio Latinoamericano. La apuesta de Vigar es inteligente y enriquecedora, y se inspira en otros certámenes como el de San Sebastián que ya hace años vio el filón del cine latino y que no ha dejado de ofrecer películas ilustres con el paso de los años. Otra cosa es que al final el cine latinoamericano termine encontrando en Málaga su mejor escaparate, como pretenden en el seno del certamen. Ahora habrá que esperar qué efecto tiene esta apuesta en el desarrollo de otro de los grandes e históricos festivales de Andalucía, como es el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva (que no vive su mejor época y que no ha cortado la reciente sangría de su decadencia).
Las películas que componen la sección oficial a concurso son:
Todo el cine tiene su hueco en el Festival de Málaga. Cine en español (e iberoamericano). Películas de autor, comedias, drama, thriller, intimistas, cine de autor, fantásticas o de terror, en definitiva una variado crisol de géneros cinematográficos que reúne en los cines de Málaga a cineastas veteranos y muy consagrados con la incipiente mirada de directores jóvenes. Y si no, vean la lista de realizadores como Álex de la Iglesia, Víctor Gaviria, Fernando Pérez o Víctor García León, con debutantes como Carla Simón, Eduardo Casanova, Esteban Crespo o Kike Mesa.
Otra novedad relacionada con la industria es el anuncio de la celebración del 20 y el 22 de marzo de los Spanish Screenings, un foro con la colaboración de FAPAE para promocionar y vender cine español en el extranjero, abierto a compradores y agentes internacionales.
Y también repite durante el festival un Encuentro de Cine Documental, dedicado este año a la transnacionalidad, a los caminos de ida y vuelta entre Europa y Latinoamérica. Este encuentro se celebrará los días 23 y 24 de marzo en el Rectorado de la Universidad de Málaga con participación de prestigiosos ponentes en esta materia.