Cuando la palabra “libro” va acompañada del término “de bolsillo” hace referencia a esas publicaciones que tienen como objetivo llegar con más facilidad a un mayor número de personas. Así, con la edición “de bolsillo” de cualquier clásico de la literatura se puede acceder por un módico precio a un título que puedes leer en casa, sentado en la sala de espera del dentista o de pie agarrado a la barra del metro. Sin duda alguna, este es el objetivo de Emiliano Dionisi y la argentina Compañía Criolla, cuya versión de Romeo y Julieta se podría ver desde un gran teatro como el de Teatro de la Comedia de Madrid hasta en el salón de tu casa. Una puesta en escena sencilla, fácil, con solo dos actores y una pizarra y llevada a cabo en apenas 60 minutos sin perder ni un elemento fundamental de la historia: el amor, la venganza, lo imposible. Pero además, rizan el rizo, y si hacen una función de bolsillo para todo lugar, deciden también hacerla para todos. Una versión familiar para el disfrute de mayores y niños a partir de siete años, todo un reto.
El acierto de Emiliano Dionisi, dramaturgo y director del montaje, empieza en el punto de partida que le da a la función. Al teatro llegan dos doctores en filología especializados en el universo de Shakespeare que se saben hasta el número de comas que utilizó el inglés en la suma de todos sus textos. Estos dos personajes aciertan en todo, se lo saben todo, pero solo están en desacuerdo en una cosa: ¿Tiene la tragedia de Shakespeare, Romeo y Julieta, final feliz o triste final? ¿Triunfa el amor por encima de todo? Ambos doctores decidirán llevar a cabo una particular representación de la función para que podamos decidir cómo responder a estas cuestiones.
Los dos intérpretes, Julia Gárriz y el propio Dionisi, se multiplican en varios personajes y a través de la máscara contemporánea, el clwon o la farsa, hacen que la rocambolesca historia sea fácil, sencilla y divertida para todos, sin perder ni una pizca de verdad y poesía. Con un simple juego de utilería y un sencillo diseño de luces nos llevan por todas las escenas de la función, trabajadas todas y cada una de ellas desde lo concreto y con mucho sentido del humor. Es como si hubieran quitado todas las capas sobrantes y hubieran ido al mismo centro de la historia en cada escena. Un espectáculo que debiera estar en todas las carteleras de España este 2017, porque una de las funciones que deben hacer los teatros, públicos y privados, es acercar los clásicos a los más pequeños, al fin y al cabo ellos son el público del futuro. Recuerden entonces: próxima parada: 10, 11 y 12 de enero. Teatro Calderón de Valladolid.