‘Julieta’ o la madurez de un autor

Autor: Manuel Grosso || Fecha:   Cine, Opinión

De una complejidad inabarcable con una sola visión, al fin Pedro Almodóvar se ha desecho de todos sus tics pero sin abandonar todo aquello que ha constituido la marca de la casa. 'Julieta' representará a España en la carrera por el Oscar al mejor filme de habla no inglesa de 2017, tras haberse impuesto a 'El olivo', de Icíar Bollaín, y a 'La novia', de Paula Ortiz, las otras dos finalistas.

Me alegra que tanto la European Film Academy como la Academia del Cine Español se acuerden de esta magnifica película brutalmente denostada tanto por el público español como por la crítica en general. Vuelta a verla creo que se trata de la mejor película de Pedro Almodóvar y, sobre todo, la madurez plena de un autor incuestionable. De una complejidad inabarcable con una sola visión, al fin Pedro Almodóvar se ha desecho de todos sus tics pero sin abandonar todo aquello que ha constituido la marca de la casa.

'Julieta', un filme de Pedro Almodóvar

‘Julieta’, un filme de Pedro Almodóvar

Para empezar yo destacaría su endiablada estructura que, a pesar de su complejidad, funciona a la perfección. El tiempo de la narración salta en pedazos a cada instante sin que, gracias a su prodigioso montaje, se pierda la claridad del relato, algo que en principio parece imposible. El tiempo desaparece como tal para convertirse en un magma que todo lo absorbe. Formalmente impecable, con unos actores en estado de gracia y unos encuadres que rayan la perfección.

Melodrama profundo y aterrador, él que siempre ha amado el género, aquí lo borda con una valentía envidadle, sin coartadas, sin un solo chiste falso o una salida de tono, a pelo. Almodóvar al fin ha conseguido esa película que siempre ha buscado, descarnada y hermosa, inquietante y poética, más que a algunos críticos les pese.

Repleta de referencias míticas y con un guión perfecto donde todo encaja pase lo que pase. Es un artista en su plena madurez estética y de una profundidad insondable que firma una película que en realidad se debería titular ‘Todo sobre mi madre’, aunque ya no se posible. Lástima.

Es una película donde casi todo lo esencial transcurre fuera de cámara y siempre sin darnos cuenta, sin que se note, como su hermoso final. No hay concesiones, no hay trampas, es un melodrama a muerte, donde la culpabilidad campa en toda su intensidad. Inteligente y morbosa, brillante y oscura a la par. Hacia años que no veía una película española tan intensa, tan redonda.

Espero que su nominación a los Oscars o a los Premios del Cine Europeo de la EFA le dé una segunda oportunidad… Si no, el tiempo se la dará, tiene que dársela… No se por donde irán los caminos de próxima película, pero lo que sé es que ésta le ha puesto el listón muy alto. A los espectadores les pediría que la vieran sin perjuicios, que se dejaran llevar , que se olviden del tiempo real y admitieran el tiempo cinematográfico como tal, seria una pena que abandonaran su empeño nada más comenzar, la película se lo merece.

Manuel Grosso

Autor: Manuel Grosso

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Manolo Grosso, experto en derecho penal y sabio en cine, música y la vida. Ha sido director de festivales de cine, promotor musical, hizo sus pinitos en la gestión cultural, escribe libros, fuma puros y es un apasionado de la Semana Santa y de los toros. De buena familia, no tiene pelos en la lengua…